En la pasada edición del festival de diseño DEHACHE 2019 en Quéretaro, tuvimos oportunidad de compartir una charla máster class entre docentes de diseño y artes plásticas de varios estados de la república mexicana con el maestro Lucho Correa, director creativo del multipremiado estudio colombiano LIP, referente obligado para el diseño en Latinoamérica.
El maestro Correa nos habló de las 30 cosas que le gusta ver en los diseñadores recién egresados y aquí les compartimos nuestro resumen de lo que (también) nos gusta ver en nuestros diseñadores...¡Chécalo!
Somos lo que leemos. Un diseñador exitoso debe
incorporar la lectura a sus procesos de diseño. Leer cosas diferentes.
Un diseñador que lee, es un diseñador que puede escribir.
Si una idea no se puede escribir, no es una buena idea. Ejercita tu capacidad
para describir tus ideas y hacerlas más claras.
Un diseñador debe ser un apasionado, debe nutrir
sus diseños de NO DISEÑO, sino de sus pasiones, gustos y hobbies.
Un diseñador que entiende la importancia de la
publicidad y mercadotecnia del diseño, sabe el verdadero poder que tiene el
diseño y hasta donde se puede llevar.
Los diseñadores que cuestionan, son más
creativos, pero los diseñadores que además cuestionan sinceramente, son los mejores.
Visualiza dónde quieres trabajar, con quiénes,
en cuánto tiempo. Tener un objetivo claro de aprender y ser parte de un equipo
particular te prepara para lograrlo.
El diseñador que entiende que el impreso no está
muerto sabe que el conocimiento de los procesos y sistemas de impresión le da
ventaja sobre otros diseñadores y le permite desarrollar proyectos más
completos.
Los diseñadores debemos tener miedo a la
mediocridad; no se trata de “aguantar” sino de cambiar y buscar aquello que nos
ofrece nuevos retos y nos invita a mejorar todo el tiempo.
La excelencia es una actitud no una habilidad.
No se trata de qué tan bueno eres, sino de qué tan bueno quieres ser. ¿Te
gustaría ser el mejor diseñador del mundo? ¿por qué no?
Los diseñadores que entienden que el error es
parte del proceso no sufren ni tienen problemas para encontrar las mejores
soluciones fallando cada vez. Tomar malas decisiones nos permite encontrar las
buenas.
Piensa mucho antes de diseñar. El diseño (el
trabajo gráfico, el proceso técnico) al final, poco y muy bueno.
El diseñador
debe ofrecer una solución: la mejor, no alternativas. Para ello debemos
prepararnos antes del proceso proyectual; utilizar un documento estratégico
(brief) es la mejor herramienta.
Un proyecto sólido y robusto no debe ser una
galería de tipografías. Elije, según tu estilo y tus proyectos un catálogo de 8
a 10 tipografías y trabaja con ellas.
Entender la diferencia entre arte y diseño
permite visualizar claramente los objetivos funcionales del diseño y ser más
contundente en el diseño de mensajes.
El trabajo se puede hacer rápido y bien pero no
las dos cosas a la vez. Aprende a no perder el tiempo; el ocio no es una
pérdida de tiempo si se emplea para relajar la mente y visualizar
posibilidades.
Lo bueno es excelente y no al revés. Ser enemigo
de lo excelente te permite aclarar la importancia de hacer las cosas bien, la
excelencia llegará por añadidura.
Hacerlo diferente no siempre significa que sea
mejor. Mejor es mejor.
Hay que estar, asistir, participar. Tienes que
dejarte ver, hacer evidente que te importa y preguntar, siempre preguntar.
Recordar lo que decía Picasso: la inspiración
existe, pero debe encontrarte trabajando.
Cuida tus mensajes visuales, evita que la imagen
se repita en el texto y viceversa. Planea y compone tus proyectos conociendo
primero el concepto y la fuerza comunicadora de sus elementos.
El diseño gráfico tiene un propósito, un pedido,
un problema a solucionar. Entender el problema y ser capaces de plantearlo en
un pequeño texto escrito en un post it
debería permitirnos tener clara la solución que andamos buscando.
A menos que hayas aprendido a hacer tipografía,
no diseñen tipografías. A menos que hayas aprendido a hacer fotografía, no
hagas fotografía. Aprender a hacer algo te permite controlar mejor tus
procesos, si no es así, apóyate de los que saben.
La constancia es un proceso difícil que, a
veces, permite encontrar esos destellos que se convierten en algo sólido,
imagina qué pasa si no hay constancia.
Una vez que estás en un equipo, debes estar
dispuesto a ser el primer fan y compartir tu pasión para hacer crecer al
equipo.
Es importante que estés seguro que encontraste
en el diseño aquello que te gusta y más importante aún, que estés dispuesto a
dedicarte a hacerlo cada día mejor.
Entre más límites tenga el encargo de un cliente
mejor para el diseño, pues te permite concentrarte en las ideas y olvidarte de
los detalles (se refiere al proceso de selección tipográfica, cromática, etc.),
pues no hay que diseñar (ese proceso de construcción final de una idea:
vectorizar, renderizar, etc.) hay que tener ideas, hay que desarrollar
(hacerlas crecer) ideas.
El mejor diseño es ventana no espejo. El diseño
no debe ser un reflejo nuestro, debe ser ese espacio donde pueda uno asomarse y
ver distintas cosas.
Ama tus ideas (las buenas ideas) y defiéndelas
con pasión, al extremo de saber cuándo descartar una idea en tiempo para
empezar una nueva. No te enamores de tus ideas, ámalas por lo que son.
Por encima de todo, entender que no podemos ser
grandes profesionistas sin antes ser buenas personas.
LIC. ARZATE:
ResponderBorrarEXCELENTES REFLEXIONES, GRACIAS POR COMPARTIRLAS.
SALUDOS